Los dos últimos años han puesto a prueba la capacidad de sobrevivir de las personas.
Todo ser humano necesita vivir en un espacio en donde se sienta seguro para poder no solamente sobrevivir, sino también crecer y florecer.
1.Necesidades físicas básicas: comer beber y tener techo y abrigo. Cuando estas necesidades están cubiertas podemos pasar al siguiente nivel. Vivir en un hogar limpio y natural es crucial para sentirnos seguros y a salvo. Un ambiente limpio y libre de tóxicos, o de sustancias que pudieran dañar de alguna manera. Por eso es muy importante revisar el tipo de productos que utilizamos a diario ya sea en nuestro cuidado personal, en la limpieza, en la cocina, en fin los productos más comunes y que con frecuencia ni siquiera nos damos cuenta o nos preguntamos si son seguros para nosotros.
Sentir una seguridad física permite explorar el mundo y desarrollar múltiples habilidades y talentos.
2. Sentirse seguro. El tener las necesidades físicas básicas resueltas da una sensación de seguridad. A veces basta con sentir miedo por una situación que pudiera amenazar nuestro bienestar físico para afectar negativamente el bienestar físico. El miedo colectivo ha causado estragos en las familias.
3.Seguridad financiera. Esto es un aspecto muy importante de la seguridad porque sin una seguridad financiera es muy difícil resolver las necesidades básicas.
Esta situación sin precedentes ha puesto a prueba la capacidad para generar un ingreso especialmente fuera de los lugares habituales de oficinas y sus horarios. También ha servido para impulsar la creatividad para diseñar soluciones a pesar de circunstancias adversas. La creatividad es la esencia del ser humano.
4.Seguridad emocional. Tener relaciones de familia armoniosas. Cuándo las relaciones con la pareja o con la familia no son armoniosas y están llenas de conflictos, se genera una gran tensión en el ambiente especialmente para los niños que sufren con frecuencia en silencio, sin poder compartir el miedo que les genera una situación en la que se sienten inseguros y vulnerables.
Aquí entra la necesidad de sentirse valorado y apreciado simplemente por ser quien eres sin necesidad de tener que satisfacer las necesidades de otros para lograrlo. Valorarse a uno mismo es una parte muy importante y eso se genera desde la infancia precisamente al ser amado incondicionalmente por los que cuidan al niño. Esto ayuda a establecer relaciones sanas con la familia, amistades, compañeros de trabajo etc.
El aislamiento generado por la experiencia de los dos últimos años ha afectado severamente a la gente. Los seres humanos estamos hechos para vivir en sociedad y en comunidad. Sentir que pertenecemos a una comunidad y que no estamos solos. Sentirse valorado y apreciado ayuda desarrollar una autoestima sana y permite desarrollar nuestros mayores talentos y habilidades para ponerlos al servicio de los demás, al servicio de la vida y sentirnos parte integral de la naturaleza y del mundo.
Darnos cuenta de que no estamos rotos sino que simplemente nos han sucedido algunas cosas que quizás nos han sacado de equilibrio. Esto nos ayuda a saber cómo lidiar con lo que está afuera que no podemos controlar, comprendiendo que lo que sí podemos controlar y cambiar es la manera en la que reaccionamos a lo que nos sucede.
Una de las maneras más efectivas para responder al miedo de lo que no podemos controlar es por medio de la gratitud, ya que nos ayuda a pasar de una situación de miedo a una situación de amor y tranquilidad. Apreciar y valorar lo que sí tenemos hace una gran diferencia.
Gabriela
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